3.3.08

Piel de rana contra la diabetes


Las secreciones de la piel de una rana sudamericana podrían ser utilizadas para tratar la diabetes tipo 2.

Se trata de la "rana paradójica", llamada así porque a medida que se desarrolla su tamaño se reduce y el renacuajo es 5 veces más grande que sus padres.

Científicos afirman que un compuesto que se aísla del anfibio, el pseudin-2, podría estimular la liberación de insulina.

Con una versión sintética del compuesto, dicen los científicos, se podrían producir nuevos medicamentos para la diabetes tipo 2.

En los últimos años se han realizado muchas investigaciones sobre la actividad biológica de las moléculas de las secreciones de la piel de anfibios y reptiles.

"Hace tiempo se encontró una sustancia en la saliva de un lagarto, llamada exendina" dijo la doctora Adela Rovira, vicepresidenta de la Sociedad Española de Diabetes y autora del libro "Todo para la diabetes".

La exendina fue descubierta en la saliva del monstruo de Gila, una especie de lagarto que habita en el suroeste de Estados Unidos y norte de México.

"Con la exendina -agrega la investigadora- también se desarrolló un compuesto sintético que actúa liberando insulina".

El estudio, presentado durante la conferencia anual de la organización británica Diabetes UK, fue llevado a cabo por investigadores de las universidades de Ulster y de los Emiratos Árabes Unidos.

Insulina

La diabetes tipo 2, que a menudo se asocia a la obesidad y sobrepeso, es causada cuando el organismo no logra producir suficiente insulina o cuando no asimila adecuadamente la insulina que produce.

Esto provoca que la persona no pueda regular apropiadamente sus niveles de glucosa en la sangre.

Los investigadores descubrieron que el pseudin-2, que protege a la rana paradójica de las infecciones, lograba estimular la secreción de insulina en células pancreáticas analizadas en el laboratorio.

Y lo más importante, afirman, es que no se produjeron efectos tóxicos en las células.

Además, la versión sintética del pseudin-2 resultó más efectiva para estimular la liberación de insulina que el compuesto natural de la rana.

El pseudin-2 es un péptido -un bloque para la formación de proteínas- que podría servir para el desarrollo de una nueva clase de fármacos contra la diabetes tipo 2 llamados incretinas.

Estos son fármacos que inyectados estimulan la secreción de insulina en pacientes con diabetes tipo 2.

Terapias

"En este momento ya disponemos de fármacos que estimulan la secreción de insulina a través de mecanismos de incretina" explica la doctora Adela Rovira.

"Uno de ellos es la versión sintética de la exendina -derivada de la saliva del monstruo de Gila- que ya está comercializado en Estados Unidos".

"Y otro es un homólogo de una sustancia llamada GLP-1 que tenemos las personas y que también está en fases avanzadas de investigación", agrega.

Los expertos creen que con el pseudin-2, que esperan probar pronto en pacientes humanos, también podría desarrollarse un medicamento de incretinas.

Según la Organización Mundial de la Salud, unos 195 millones de personas padecen diabetes en el mundo, y la mayoría de éstas sufre diabetes tipo 2.

La diabetes tipo 2 es una enfermedad que puede controlarse efectivamente con la administración de medicamentos.

Y un buen control de la diabetes reduce el riesgo de complicaciones como ceguera, enfermedades cardiacas, problemas renales y amputaciones.

Prueban con éxito el transplante de neuronas


Un equipo de investigadores pertenecientes a la Escuela de Medicina de la Universidad de Pennsylvania ha demostrado que las células nerviosas humanas puede ser montadas en una red que podría utilizarse en el futuro para trasplantes destinados a reparar daños al sistema nervioso.

El descubrimiento ha sido publicado con bombos y platillos en la edición de febrero del Journal of Neurosurgery. Uno de los autores, el doctor Douglas H. Smith explica que han “creado un red neuronal tridimensional, un mini sistema nervioso, que puede ser trasplantado en bloque”. Smith es profesor del Departamento de Neurocirugía y Director del Centro de Trauma Cerebral y Reparación.

Aunque el trasplante de neuronas para reparar el sistema nervioso ya había sido probado con éxito en diferentes animales, en la practica existen pocas fuentes viables de neuronas que resulten útiles para su utilización clínica. Pero el grupo liderado por Smith demostró que se podía inducir el crecimiento de fibras nerviosas (conocidas como axones) en respuesta a una tensión mecánica.

Para ello, colocaron neuronas de rata obtenidas de los ganglios de la raíz dorsal (las agrupaciones de nervios que rodean la médula espinal) en recipientes repletos de nutrientes. Los axones de las neuronas de platos diferentes fueron conectados entre sí, y un sistema mecánico controlado por ordenador se encargó de ir separando lentamente los platos, a lo largo de varios días. El largo de los axones aumento a la par del movimiento de las placas.

Las neuronas obtenidas fueron incrustadas en una lámina de colágeno muy delgada, e implantadas en bloque en una rara que tenia una lesión en la médula espinal. Después de cuatro semanas de estudio, los investigadores descubrieron que la geometría del bloque transplantado se mantenía, y que las neuronas de los dos extremos con todos sus axones sobrevivieron al trasplante. Más importante aún, los axones de los extremos de la lámina se habían conectado con los de la rata receptora, formando un puente de tejido nervioso funcional.

La fase siguiente del estudio, que los investigadores están comenzando a desarrollar, consiste en aplicar esta técnica a células humanas. Smith y su equipo humano obtenido neuronas humanas, cosechadas de 16 pacientes seleccionados. Las neuronas se purifican y se colocan en una cámara especialmente diseñada para que se produzca su crecimiento.

Las neuronas en cuestión han sobrevivido más de tres meses en el cultivo de los científicos, y sus axones han crecido a razón de casi 1 milímetro por día, hasta alcanzar una longitud de 1 centímetro. Estas neuronas siguen siendo perfectamente funcionales.

“Este estudio demuestra la posibilidad de emplear neuronas como una alternativa en transplantes, debido a su disponibilidad, viabilidad, y la capacidad para ser transplantadas”, dice Smith. “También hemos demostrado la viabilidad del método de obtención de neuronas de pacientes vivos”, agregó.

Esta capacidad de sobrevivir y de hasta crecer fuera del organismo que han demostrado las neuronas utilizadas por los científicos permite especular sobre la posibilidad de crear un mecanismo de interacción entre ellas y un equipo electrónico. Esta idea, llevada al extremo, podría proporcionar el “cerebro” indispensable para el control, por ejemplo, de maquinas autónomas o de armas robóticas.

En un plano mucho mas realista, el transplante de neuronas puede cambiar drásticamente la calidad de vida de muchos pacientes con lesiones cerebrales, Estos “bloques”, transplantados convenientemente, podrían interactuar con el sistema nervioso del paciente y cumplir las funciones que se encuentren dañadas.

Una cama que vigila el corazón

Un proyecto patrocinado por la Unión Europea y liderado por Phillips, y en el que colaboran un grupo de cardiólogos del Reino Unido está desarrollando una serie de aparatos que serán la clave para controlar los problemas de salud y conseguir reducir las necesidades de emergencias hospitalarias en el futuro.

Una de estas innovaciones, especialmente indicada para personas con problemas cardíacos, consiste en una cama que contará con un monitor electrónico que mida la presión sanguínea, que controle los ritmos cardíaco y respiratorio, y el movimiento corporal del paciente mientras duerme. Además la persona podrá ponerse un chaleco hecho de tejido de electrodos que realizará un electrocardiograma completo. Incluso podrá ofrecer algunas claves sobre el sueño interrumpido a través de la medición de modelos de las fases del sueño.
Toda esta información será analizada en un PDA y los resultados serán enviados a los médicos por medio de una línea telefónica o una conexión de banda ancha. Esto permitirá a los médicos estudiar las mediciones de la presión sanguínea y llevar a cabo una atención sobre el paciente más efectiva. También se espera que un sistema similar se desarrolle en prendas de vestir.

Sistema portátil para averiguar las causas exactas de los ataques de asma

"Estamos investigando si es posible monitorizar un ataque de asma de un modo lo bastante detallado como para saber qué estaba sucediendo en el ambiente del paciente cuando comenzó", explica la investigadora Charlene Bayer.

Aunque nadie entiende del todo por qué ciertas personas padecen de asma, los médicos saben que una vez que lo tienen, los pulmones pueden reaccionar de manera extrema a ciertos estímulos ambientales, con el resultado de una opresión en el pecho o la dificultad para respirar, que son la principal manifestación del ataque de asma.

El nuevo sistema sensor mide la exposición a productos aerotransportados como el formaldehido, el dióxido de carbono, el ozono, el dióxido de nitrógeno, y también mide la temperatura, la humedad relativa y el total de los compuestos orgánicos volátiles (VOCs, por sus siglas en inglés). Los VOCs se emiten como gases por sustancias como pinturas, productos de limpieza, pesticidas, materiales de construcción, muebles, y equipamientos de oficina.

Además de monitorizar los siete parámetros básicos citados anteriormente, un filtro especial atrapa partículas. Una bomba fuerza el aire a través del filtro para que pueda medirse la cantidad de partículas al final del período de prueba. La composición de las partículas reunidas también puede analizarse en el laboratorio.

El dispositivo pesa menos de medio kilogramo incluyendo las baterías que le suministran energía. Efectúa una medición del aire cada dos minutos, almacena los datos en su memoria interna y entonces "hiberna" para ahorrar energía, hasta "despertar" cuando le toca hacer la nueva medición.

El sistema de sensores está diseñado para ser llevado cómodamente en un bolsillo de un chaleco durante todo el día y permanecer al lado de la cama mientras el usuario duerme en ella por la noche. En otro bolsillo del chaleco se puede llevar un dispositivo que mide periódicamente la función pulmonar.

Al experimentar un ataque de asma, el usuario del sistema anota a qué hora ocurrió, y Bayer puede luego analizar los niveles de los compuestos químicos en ese momento.