18.2.08

Implantes que crean ciber-insectos


Han logrado implantar sondas de circuitos electrónicos en las polillas del tabaco. Los investigadores de la Cornell University han logrado implantar sondas de circuitos electrónicos en las polillas del tabaco cuando son pupas tempranas. Las polillas pasan a través de la etapa de crisálida hasta la madurez y se convierten en polillas de larga vida cuyos músculos pueden ser controlados con el equipo electrónico implantado.

La investigación fue exhibida en MEMS 2008, una conferencia internacional académica sobre Sistemas Micro-Eléctricos-Mecánicos que tuvo lugar del 13 al 17 de enero en Tucson, Arizona.

Se encontró que la insersión en las pupas producen mejores resultados. La polilla resultante, un insecto controlado por un micro-sistema, tiene una placa de circuitos que sobresale por encima de su sección central. Las sondas están insertadas en los músculos dorsoventrales y los dorsolongitudinales de vuelo. Las imágenes de tomografía muestran componentes de alta absorción que señalan el crecimiento de tejido alrededor de la sonda.

La investigación también permitió saber los momentos más y menos favorables para la inserción de los dispositivos de control. El tamaño completo de la placa de circuito es de apenas 8 mm x 7 mm, con un peso total de unos 500 mg. La capacidad de la batería es 16 mAh, y pesa 240 mg.

Un voltaje de 5 voltios provoca que los músculos de las alas de la polilla del tabaco (dos pares) inicien el vuelo y la maniobra.

Los ciber-insectos son parte de un programa llamado HI-MEMS (Insecto Híbrido MEMS), un programa del DARPA iniciado por el director de programas, el Dr. Amit Lal. El objetivo final del programa HI-MEMS es suministrar ciber-insectos que puedan demostrar un vuelo controlado; los insectos serían usados en una variedad de aplicaciones de seguridad, tanto militar como doméstica.

El director del programa HI-MEMS, Amit Lal, atribuye la idea al escritor de ciencia ficción Thomas Easton. Lal leyó la novela de Easton Sparrowhawk en 1999, donde los animales agrandados con ingeniería genética (llamados Roachsters) estaban equipados con sistemas de control implantados.

El Dr. Easton, profesor de ciencia en la Universidad Thomas, ve una cantidad de aplicaciones para los insectos HI-MEMS.

“Las polillas son extraordinariamente sensibles a los atractores sexuales, de modo que en lugar de darle a los ladrones de bancos dinero tratado con tintura, podrían usar atractores sexuales. Entonces, un HI-MEMS basado en una polilla podía encontrar al ladrón siguiendo el olor”.

“[También] con ingeniería genética Darpa podría reemplazar el receptor de atractores sexuales en las antenas de la polilla por receptores de otras cosas, como explosivos, drogas o toxinas”, dijo Easton.

Es mejor que DARPA tenga cuidado con su ejército de insectos; en la novela de Easton, los piratas informáticos logran ganar el control de los animales manipulados genéticamentes hackeando el chip controlador que se usaba en sus estructuras de control implantadas.

Si usted está interesado en una opinión pesimista de cómo esta clase de inventos podría ser usada por corporaciones para hacer publicidad, vea las alocadas moscas publicitarias en la excelente novela de ciencia ficción de Jeff Noon “Nymphomation” (2000).

Hallazgos clave sobre generación de electricidad mediante bacterias

Investigadores del Instituto de Biodiseño (de la Universidad Estatal de Arizona) están utilizando bacterias como una opción viable para generar electricidad. En un nuevo estudio, dirigido por Andrew Kato Marcus y sus colegas Cesar Torres y Bruce Rittmann, han obtenido conocimientos cruciales que pueden llevar a la comercialización de una prometedora tecnología para células de combustible microbianas (MFCs por sus siglas en inglés).

Puede emplearse cualquier tipo de desecho, como aguas residuales o estiércol de cerdo, y la célula de combustible microbiana genera energía eléctrica. A diferencia de las células de combustible convencionales que dependen del gas hidrógeno como combustible, la célula de combustible microbiana puede utilizar diversos combustibles orgánicos disueltos en el agua.

Las bacterias tienen una diversidad tan rica que los investigadores pueden encontrar bacterias que se alimenten de casi cualquier desecho como parte de su dieta diaria. Al unir el metabolismo bacteriano directamente con la producción de electricidad, la MFC elimina los pasos extra necesarios en otras tecnologías de células de combustible.

Hay muchos tipos de reactores para MFCs. Sin embargo, todos tienen un par de terminales como los de las baterías: un ánodo y un cátodo.

Las bacterias dependen del ánodo para vivir. Como las bacterias emplean el ánodo en su metabolismo, se posicionan estratégicamente en su superficie para formar una comunidad bacteriana a la que se denomina biofilm.

El nuevo modelo numérico desarrolla la idea de que la matriz bacteriana es conductora.

El tratamiento de la matriz del biofilm como un conductor permitió al equipo describir el transporte de electrones impulsados por el gradiente del potencial eléctrico. La relación entre la matriz del biofilm y el ánodo se puede describir ahora mediante una ecuación común para un circuito eléctrico, la ley de Ohm.

El biofilm completo está actuando como el propio ánodo, un electrodo viviente.

El concepto del ánodo de biofilm permitió al equipo describir el transporte de electrones desde las bacterias al electrodo, y el gradiente del potencial eléctrico.

En su modelo, el equipo identificó tres variables cruciales para controlar una MFC: la cantidad de material de desecho (combustible), la acumulación de biomasa en el ánodo y el potencial eléctrico en el biofilm. El tercer factor es un concepto totalmente nuevo en las investigaciones sobre las MFCs.

Modelando el potencial en el ánodo del biofilm, los científicos tienen ahora un indicador de cómo está operando la MFC y por qué. Pueden predecir cuánto voltaje proporcionará y cómo aumentar al máximo el rendimiento de energía controlando los diversos factores.

Vestidos “energéticos”: Tela que genera electricidad

Científicos estadounidenses han desarrollado una tela de microfibra que genera su propia electricidad, creando la suficiente energía como para cargar un teléfono móvil o impedir que se agote la batería de un reproductor de música MP3.

Si la tela se usa para hacer una camisa, podría aprovechar la energía de quien la use simplemente al caminar o incluso por una brisa ligera, informaron los científicos el miércoles en la revista Nature.

“El nanogenerador basado en la tela sería una forma simple y económica de producir energía a partir del movimiento físico”, dijo en un comunicado el líder del estudio, Zhong Lin Wang, del Georgia Institute of Technology.

El nanogenerador aprovecha las propiedades semiconductoras de los cables nano de óxido de zinc - cables diminutos, 1.000 veces más pequeños que el ancho de un cabello humano - que están entretejidos en el género.

Los cables están formados por pares. Una de las fibras de cada par está cubierta con oro y funciona como un electrodo.

Cuando las cerdas se frotan una con otra a través del movimiento del cuerpo de una persona, los cables convierten el movimiento en electricidad.

“Cuando un cable nano se pliega, tiene un efecto eléctrico”, expresó Wang en una entrevista telefónica.

“Lo que la tela hace es transformar el movimiento mecánico del cuerpo en electricidad”, explicó.

Su equipo creó el nanogenerador cubriendo primero las fibras con un polímero, y luego con una capa de óxido de zinc. Luego sumergieron todo en un baño caliente de solución reactiva durante 12 horas para permitir que los cables se multipliquen, cubriendo las fibras.

Wang dijo que el material podría ser empleado por los excursionistas y los soldados, y también para dar energía a sensores diminutos utilizados en biomedicina u observación medioambiental.

Las fibras alternadas están enchapadas de oro. Debido a que un estrato de la tela es extendido sobre otro, los nanocables de una capa se restriegan contra las fibras doradas de otra, como ocurre con las cerdas de dos cepillos. La tensión y la presión resultantes generan una carga piezoeléctrica que es capturada por el oro y puede ser trasladada a un circuito.

Sin embargo, existe un escollo de consideración para crear las camisas eléctricas. Aunque el óxido de zinc crea un buen filtro solar, no es a prueba de agua. Los científicos deben inventar la manera de dar la protección necesaria a los nanocables, pues de lo contrario una lavadora o una lluvia despojarán a la tela de toda su magia.

“Nuestro objetivo es crear nanotecnología autosuficiente”, afirmó el profesor Zhong Lin Wang del Instituto de Tecnología de Georgia y uno de los autores del estudio.

“La circulación del aire, las vibraciones - todo esto es energía mecánica que podemos utilizar para suministrar carga a varios dispositivos”.

Dianne Jones, directora técnica de la compañía Fibretronic, afirmó que al expandirse el mercado de los aparatos electrónicos móviles, explorar tecnologías como las nanofibras es cada vez más interesante.

“Cualquier nueva fuente de energía que pueda proporcionar una solución más integrada, en lugar de usar tecnología convencional del uso de baterías, es una opción muy atractiva para vestidos u otras aplicaciones electrónicas basadas en la tecnología textil”, explicó Jones.

Ottilia Saxl, ejecutiva en jefe del Instituto de Nanotecnología, cree que la tecnología podría también encontrar un uso en el campo de la salud.

“Quizás podría ser utilizada para accionar dispositivos médicos minúsculos como implantes cocleares o marcapasos, o un mecanismo subcutáneo para suministrar medicinas o reservorios de antibióticos para prevenir infecciones en implantes de retina”, aseguró Saxl.

Cepillo minúsculo



Los nano-generadores, como se conoce la tecnología, consisten de pares de fibras similares a unos minúsculos cepillos.

En la base de cada fibra se encuentra un tallo de Kevlar. “En la superficie hacemos crecer unos cristales llamados nano alambres”, explicó Wang.

Cada alambre es minúsculo, mide de 30 a 50 nanómetros (mil millonésimas de metro) de longitud y están hechos de óxido del zinc. Se crean a partir de una solución.

“El crecimiento es tan espectacular que en la superficie de la fibra aparecen todos estos nano alambres erguidos en un patrón radial”, dijo Zhong Lin Wang del Instituto de Tecnología de Georgia, “uno puede hacer crecer estos nano alambres en cualquier superficie, en el pelo o donde se quiera“.

Una de las fibras es sumergida también en oro para que actúe como electrodo. Y cuando se frota conjuntamente el par, se crea una pequeña cantidad de energía eléctrica. “La fibra tiene un efecto piezoeléctrico”, aseguró Wang, “este es un efecto importante que convierte energía mecánica en electricidad.”

Experimentos hechos con prototipos demostraron que dos fibras de un centímetro de largo podrían generar una corriente de cuatro nanoamperios y un voltaje de cerca de cuatro milivoltios.

“Si podemos optimizar el diseño lograremos crear unos 80 milivatios por metro cuadrado de tela que podrían potencialmente accionar un iPod”, afirmó Wang.

Sin embargo, el profesor George Stylios de la Universidad Heriot Watt, quien trabaja con materiales flexibles inteligentes, dijo que podría ser difícil generar cantidades “significativas” de energía de ropa usando estas fibras.

“Pienso que será muy difícil generar una producción suficiente para accionar dispositivos”, aseguró Stylios.

En particula, Stylios cree que cualquiera que quiera usar este tipo de fibras tendría que moverse muy rápido y tendría que usar mucha cantidad de tela.

“Podría utilizarse estas fibras para otros usos tales como cambiar la estructura o color de materiales” explicó este experto.

Estas fibras son lo último en el campo de la “recolección de energía ” que busca desarrollar métodos para recuperar energía que de otro modo se hubiera desechado, y para así convertirla en energía eléctrica útil.

Ejemplos cotidianos incluyen radios y relojes de cuerda.

La agencia para la investigación del ministerio de Defensa de Estados Unidos (DARPA, por sus siglas en inglés) tiene también un proyecto para desarrollar energía a través de generadores implantados en las botas de los soldados y que funcionan con el movimiento del caminar.

A principios de este año, científicos de Canadá mostraron un dispositivo para la rodilla que funcionaría como una dinamo. El profesor Wang y su equipo apuntan a desarrollar dispositivos que podrían incorporarse en telas y materiales que se usan en el día a día.

Zhong Lin Wang ya presentó un nano-generador unido a una superficie rígida que podría utilizarse para accionar sensores en vehículos.

Estas nuevas fibras, cree Wang, podrían ser utilizadas en ropa inteligente. Servirían a los militares así como a los amantes de los aparatos electrónicos.

“La habilidad de generar energía para hacer funcionar sus propios dispositivos electrónicos usando la ropa que vestimos sería todo un logro en el campo de la ropa interactiva”, aseguró Dianne Jones, directora de Fibretronic.

Su compañía hace relojes y teclados textiles para ropa que permiten a los usuarios controlar sus mp3 desde sus bolsillos.

No obstante, Jones admitió que aún quedan varios desafíos que superar antes de que la tecnología de nano-generadora pueda comercializarse, por ejemplo para desarrollar un almacenaje eficaz para asegurar una fuente constante de electricidad.

El costo y la facilidad de fabricación también serían muy importantes, aseguró Dianne Jones, que cree que esta investigación promete.

“La posibilidad de desarrollar fibras o telas capaces de generar energía, ha sido algo en que la comunidad de investigación en telas inteligentes ha estado trabajando durante cierto tiempo”, explicó Dianne Jones.

Fuertes concentraciones de minerales habrían impedido la vida en Marte


Fuertes concentraciones de minerales disueltos en el agua existente en Marte en el pasado habrían impedido cualquier tipo de vida microbiana, estimó Andrew Knoll, un biólogo que forma parte de la misión de dos robots estadounidenses actualmente en el planeta rojo.

"No todas las aguas son buenas para consumir", destacó durante una conferencia de prensa este fin de semana al margen de la conferencia anual de la Asociación Estadounidense para la Promoción de la Ciencia (AAAS), que se desarrolla hasta el lunes en Boston (Massachusetts, noreste).

Esas fuertes concentraciones de minerales, observadas gracias a los robots gemelos Spirit y Opportunity, podrían significar que el agua marciana "habría sido demasiado salada" como para permitir la sobreviviencia de un microorganismo, agregó.

Este biólogo señaló que Marte "es un planeta muy seco desde hace largo tiempo y que el comienzo de su historia es el mejor lugar para buscar indicios de vida microbiana". "No sabemos si hubo vida en Marte", dijo.

Según Steven Squyres, de la universidad de Cornell (Nueva York, noreste) y principal científico de la misión de robots Spirit y Opportunity, "si hay lugares propicios para la vida en Marte, esos lugares sólo pueden estar en el subsuelo", y podrían detectarse huellas en la atmósfera de gas producido por microorganismos.

Andrew Knoll afirmó asimismo que el impacto de un gran meteorito pudo haber "esterilizado la vida en Marte".